Entrevista. Ormazabal: "Soy de Santutxu, empecé aquí y aquí lo dejo. Cerrar el círculo el año del centenario es algo que si me lo hubieran dicho hace años, no me lo hubiera creído"


Asier Ormazabal Larizgoitia (21/10/1982) colgaba las botas en la última jornada de liga con su equipo, el Santutxu FC. Ahora abre una nueva puerta en la que se siente con "incertidumbre de saber cómo voy a vivir el hecho de dejar de hacer lo que llevo haciendo desde siempre". Tras empezar y terminar su carrera con los de Maiona, Orma se muestra agradecido a su equipo; "Estoy muy agradecido porque he podido vivir durante muchos años del fútbol, que era mi sueño y mucha culpa de ello la tiene este club". Tras decir agur a su pasión, Asier admite que se queda con la espina de "no haber ascendido", ya que ha llegado a jugar "tres play-offs" quedándose "a las puertas". A pesar de ello, el defensa se despide en una fecha especial, en pleno centenario del club, para el cual además de que se "ha puesto mucho trabajo e ilusión en que sea un año especial", se está "logrando". "Tanto la gente que sigue el fútbol, como la gente del barrio están participando, y ese era un poco el objetivo, que todo le mundo participara y así está siendo".

Pregunta: Llegó el momento de colgar las botas. ¿Cuáles son las sensaciones que uno siente en estos momentos?

Respuesta: La sensación de que todo ha pasado muy rápido y con un poco de incertidumbre de saber cómo voy a vivir el hecho de dejar de hacer lo que llevo haciendo desde siempre. Pero sobre todo, satisfecho de mirar atrás y darme cuenta de lo mucho que he disfrutado.

P: Otra temporada finalizada y el Santutxu ha vuelto a cumplir su objetivo, mantener la categoría. Un añito más en Tercera…

R: El Santutxu se ha convertido en un habitual de la Tercera División y eso tiene mucho mérito. No te hablo sólo por los medios que dispone, sino porque la filosofía del club no sólo se centra en el primer equipo, sino en la labor de formación de la cantera. Eso todavía le da más valor.

P: Temporada complicada, ¿no? Muchos cambios en la plantilla, la incertidumbre de no saber hasta última hora si seguirían en la categoría…

R: Terminamos la temporada pasada a la espera de saber en qué categoría íbamos a estar. Cara a la planificación, comienzas con un poco de desventaja, pero la apuesta del Santutxu fue combinar jugadores veteranos con jugadores jóvenes que venían de División de Honor. La apuesta ha sido muy acertada, no sólo por salvar la categoría con solvencia, sino por que los jóvenes han podido dar un paso adelante.

"La apuesta del Santutxu fue combinar jugadores veteranos con jugadores jóvenes que venían de División de Honor. La apuesta ha sido muy acertada, no sólo por salvar la categoría, sino por que los jóvenes han podido dar un paso adelante"

P: Objetivo cumplido y broche de oro a una temporada especial, ¡la del centenario!

R: Sí, el club ha puesto mucho trabajo e ilusión en que sea un año especial y lo están logrando. Tanto la gente que sigue el fútbol, como la gente del barrio están participando, y ese era un poco el objetivo, que todo le mundo participara y así está siendo.

P: ¿Qué ha significado alcanzar esta cifra con “su” club?

R: Soy de Santutxu, empece aquí y aquí lo dejó. Cerrar el circulo el año del centenario es algo que si me lo hubieran dicho hace años, no me lo hubiera creído. Estoy muy agradecido al club porque he podido vivir durante muchos años del fútbol, que era mi sueño y mucha culpa de ello la tiene este club.

P: Vimos esta semana una imagen muy entrañable. Asier Ormazabal recibiendo la insignia del 75 aniversario del club de Mitxelo, algo que se ha repetido en el centenario.

R: Hace 25 años era un crío que empezaba y veía a los del primer equipo con admiración. La semana pasada me dieron la insignia de oro. Para mí, esto supone mucho y me enorgullece haber formado parte de este club.

"La semana pasada me dieron la insignia de oro. Para mí, esto supone mucho y me enorgullece haber formado parte de este club"

P: Además, antes de colgar las botas, el miércoles se despedía del fútbol con un partido ante el Athletic. ¿Qué sensaciones le dejó?

R: Estuve en Lezama un montón de años, aprendí un montón y son parte fundamental de mi carrera. Si a eso le sumamos que soy socio del Athletic desde crío, pues no me imagino mejor despedida que esa.

P: Athletic, Pontevedra, Cartagena, Puertollano… ¡Está claro que no ha perdido el tiempo!

R: Salí de Lezama un mercado de invierno en mi cuarto año del Bilbao Athletic. Llegué a Pontevedra a un equipo hecho y ese primer paso cuesta, el resto llega sin enterarte, van pasando las temporadas una tras otra y no te paras a pensar a donde vas a llegar, sino que van surgiendo las oportunidades y toca elegir destino. Miro para atrás y estoy seguro que fue una decisión inmejorable, me llevo un montón experiencias, amigos, lugares…

P: ¿Se ha quedado con alguna espina clavada en el mundo del fútbol?

R: No te voy a mentir, me queda la pena de no haber ascendido. He jugado tres play-offs y me he quedado a las puertas, me hubiera hecho ilusión haber ascendido.

P: Ahora, ¿cuál es su futuro más inmediato?

R: Descansar y centrarme en el trabajo. Jugar al fútbol y trabajar con el paso de la edad cuesta cada vez más y quería darme ese descanso.

P: ¿Le veremos algún día al frente del Santutxu?

R: El banquillo del Santutxu está más que cubierto. Y si en el futuro me animo con algún banquillo, será después de un proceso de aprendizaje y con más tiempo del que dispongo ahora. Ser entrenador conlleva mucho trabajo y dedicación si se quiere hacer bien. Los conocimientos son imprescindibles; el haber sido futbolista evidentemente ayuda a entender muchas cosas de las que pasan, pero creo que hay que prepararse porque a la formula se le añaden muchos más elementos a manejar. Y segundo el tiempo; planificar, preparar los entrenos, ver a los contrarios… lleva mucho tiempo.

"Si en el futuro me animo con algún banquillo, será después de un proceso de aprendizaje y con más tiempo del que dispongo ahora. Ser entrenador conlleva mucho trabajo y dedicación si se quiere hacer bien"

P: Hablando de la posibilidad de entrenar, el banquillo de Maiona tiene un nombre propio, Marquitos. ¿Qué le parece el que hasta ahora ha sido su míster?

R: Con el míster no puedo ser objetivo porque le tengo un cariño especial. Fue él quien me subió en juveniles cuando no me correspondía jugar en esa categoría y me abrió las puertas cuando le dije que quería retirarme en el Santutxu. Lleva más de 300 partidos al frente del primer equipo y eso lo dice todo. El equipo es un reflejo de su entrenador y en este caso, es evidente que la pasión y la entrega queda reflejado en el equipo.

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